Cuando me disponía ha escribir mi
artículo de opinión sobre el partido Málaga CF-Real Madrid saltaba la noticia
del fallecimiento de una persona involucrada en una pelea de ultras en los
aledaños del Estadio Vicente Calderón minutos antes de comenzar el partido de
fútbol Atlético de Madrid- Deportivo de La Coruña. Ante la pérdida del valor
más preciado de un ser humano, su vida, el fútbol pasa a un segundo plano y
carece de sentido hablar de él.
La grandeza de una afición se
mide por su apoyo incondicional pero también por el respeto a la afición
contrincante. Hasta que los equipos de fútbol no sean conscientes de esto y
colaboren para erradicar la violencia del fútbol eliminando cualquier
manifestación de la misma, nunca serán grandes ni considerados como tal puesto
que lo que se gana en el terreno de juego no tiene ningún valor si se pierde la
vida. Respeto a las instituciones que administran el fútbol, ¿se debe jugar un
partido de fútbol cuando se ha perdido una vida de un aficionado? Es necesario
pensar y reflexionar. Por mi parte, hoy no quiero saber nada de Fútbol.
Prefiero no pensar en todo lo que mueve. Lamentable. Muy triste. Decepcionante.
FÚTBOL SI, VIOLENCIA NO
.
El fútbol debe ser motivo de
alegría, de disfrute, de pasión, de rivalidad pero NUNCA de violencia. Todos
los estamentos implicados deben trabajar duro para erradicar y luchar contra
esta lacra que cada cierto tiempo afecta al mundo del fútbol. No es justo
culpar a todo el que ama a este deporte ni generalizar pero todos los aficionados
debemos ser consciente que la rivalidad entre equipos debe ser entendida como
lo que es, un apoyo al equipo de cada uno pero respetando los sentimientos de
las otras aficiones que acuden a un espectáculo, un partido de fútbol, con la
misma finalidad que nosotros, disfrutar del mismo.

Alberto Jiménez Madrid
@ajimenezmadrid